lunes, 19 de diciembre de 2011

Todavía queda esperanza

Estamos atravesando una crisis desde inicios del 2008 cuando todo estalló. De eso, no hay duda. Tampoco hay duda de la precariedad de los medios actuales, los cuales dependen del capital y en gran parte de sus anunciantes, los cuales también han sufrido una gran crisis. De la misma manera que miles de puestos de trabajo, ya sean periodistas experimentados o no, se han perdido a lo largo de los últimos años desde que estallara esta crisis. De todo esto y todo aquello, tampoco hay duda ya que ha sido archi- repetido por los medios, vaticinado por expertos de la talla de Philip Meyer o Anthony Smith.
En cambio, de lo que para mí no hay duda es que una crisis siempre trae desafíos nuevos y renovación constante, la naturaleza es sabia y por ello nos pone a prueba a lo largo de etapas. Por ello, yo confío en la naturaleza, al igual que en economía en la que se producen pequeñas crisis cada tantos años, en el periodismo a pesar de que ha sido un género inamovible a mi parecer durante los últimos 40 años, ocurrirá lo mismo, todo se restablecerá y se crearán nuevas formas, cómo ya está ocurriendo de concebir el negocio para restablecer esta crisis. Es más a pesar de que yo esté hablando de negocio, para mí es más cómo una doctrina, por ello casi tengo la certeza de que este oficio no desaparecerá sólo se transformará cómo dijo Einstein sobre la materia, al fin y al cabo, también lo es. Nosotros, los humanos cómo sociedad ,consumimos ya sea para aprender, evadirnos o sentirnos mejor con nosotros mismos. Este fenómeno es también, extrapolable a la información.Desde tiempos inmemoriales hemos consumido ideas,ideologías o cotilleos ,no ha sido mas que una mera herramienta de adaptación a la sociedad.Con el periodismo, ocurre lo mismo,consumimos información cómo herramienta para enfrentarnos al mundo,demostrar cosas a los demás o bien evadirnos de nuestros problemas con las desgracias ajenas.He ahí esa labor social.
Por ello,aunque el periodismo haya perdido credibilidad ante la sociedad en parte por esta excesiva capitalización de los medios, de los cuales detrás hay grandes empresas que en parte, crean una especie de manipulación intrínseca al medio. Para mí, todavía queda esperanza. Esa esperanza, sobre todo la tengo en los nuevos soportes de información tal y cómo es internet. Aparte del acceso libre y de la antigua idea que se tenía de los medios online, los cuales estaban desprestigiados por la prensa escrita. Estos medios online, a mi parecer, gozan de una imagen más joven y libre ante el público, es decir, cómo si de un conjuro se tratase y la gente confíe más ahora en estos medios online (claro que siempre quedarán los incondicionales de la edición impresa, la cual, sin olvidarnos, es la esencia del periodismo y no deben desaparecer) debido a la creencia que hay de que son medios más libres y menos manipulados. De hecho, en parte sí que es verdad debido a la existencia de diversos tipos de blogs, plataformas cómo son los wikis, storify etc.
Estas plataformas han sido el refugio de muchos periodistas afectados por este golpe,a primera vista, que ha supuesto esta crisis para el periodismo. Por ello, no me rindo y me niego a creer en la desaparición de la prensa escrita. Tan sólo opinión,que por duro que sea el cambio, era necesario, por ello aguardo con curiosidad el qué pasara. De hecho, siempre tenemos que sacar de lo malo lo mejor, cómo dijo el buda sukiyomi, no olvides que la flor de loto sale de un cieno.